En nuestro corazón se aloja todo cuanto vivimos con pasión, lo bueno y lo malo. A veces las cosas malas que nos han pasado ocupan demasiado sitio en nuestro corazón. Pero hay esperanza, pues al igual que en nuestros hogares, la limpieza y el orden es posible, y nuestro corazón también requiere de dicho cuidado. Nuestra vida podría llegar a ser mejor si sacamos de ella esas cosas que acumulamos y sólo estorban. Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida. Hoy mismo es un buen día para cambiar esas actitudes y dar un paso a la felicidad, porque no importa cual injustas puedan ser las cosas que tengamos que estar cargando, sí somos capaces de limpiarnos de las malas actitudes que hemos guardado.